Burke, Peter, Venecia y Ámsterdam. Estudio sobre las elites del siglo XVII, Barcelona, Gedisa, 1996

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Burke, Peter, Venecia y Ámsterdam. Estudio sobre las elites del siglo XVII, Barcelona, Gedisa, 1996

1) A partir de los datos sobre formas de ingreso, actitudes, valores, y relación con el arte de las elites de Venecia y Ámsterdam aportados por Burke, ensaye una interpretación sobre el peso de estos factores en la decadencia de la primera y el crecimiento de la segunda en el siglo XVII.

1) En lo que respecta a sus actividades económicas, la diferencia que encontramos entre las elites de Ámsterdam y Venecia hacia el siglo XVII es que los terratenientes de esta última, mantenían una actitud muchísimo más pasiva (obviamente con excepciones) que los mercaderes, inversores y comerciantes de Ámsterdam, los cuales se esforzaban aún más en busca de rentas mejores. En palabras del análisis de Burke podemos decir que los venecianos eran más rentistas que los integrantes de la elite de Ámsterdam, que se los denomina empresarios (por su innovación económica).

En cuanto al estilo de vida vemos algunas similitudes y diferencias entre las elites de Ámsterdam y Venecia: Ambos modos de vivir, sufrieron modificaciones en el transcurso del siglo XVII, ya que ambos grupos a partir de mediados de siglo, comenzaron a vivir de manera más ostentosa. La diferencia la encontramos cuando nos remitimos al modo previo de vivir. La elite de Ámsterdam a pesar de ser justamente una elite, vivía muy similarmente al resto de la población de la ciudad: sencillamente y poco ceremoniosos. En cambio los venecianos optaban por protocolos muy definidos, moderación y prudencia tales que rozaban la avaricia y una visión retrógrada del mundo por momentos. Esto obviamente no ayudo en momentos de crisis, ya que eran una sociedad muy cerrada, y poco preparada para los cambios que azotarían a Europa.

Como ya nombramos la elite veneciana era muy conservadora, y esto lo mantuvo también en sus actitudes y valores, demostrando una repetida actitud pragmática, fría, empírica y tan precisa que no se daba lugar alguno a la innovación en conocimientos, y mucho menos a las curiosidades sin utilidad (muy presentes en la cotidianeidad de la elite de Ámsterdam) que sirven, sin duda, para abrir la cabeza. Virtud que serviría luego para afrontar nuevos acontecimientos (que pudieran surgir). Ámsterdam en este aspecto fue una combinación entre racionalismo, protestantismo, capitalismo y ciencia combinados positivamente. No debemos olvidar que la elite veneciana se mantenía mayormente bajo las creencias católicas tradicionales.

Finalmente nos referiremos a sus diferentes relaciones con el arte. Por un lado, Venecia, vemos el recurrente pedido de representación de magneficiencia y honor por parte de la elite (a pesar de la frugalidad presentada como costumbre), grandes palacios eran moneda corriente en Venecia del siglo XVII. En cambio la elite de Ámsterdam se mantuvo más moderada al momento de patrocinar arte, las mayores obras eran públicas y no privadas, (los hombres de negocios de Ámsterdam mantenían sus utilidades en constante inversión). Venecia optó por el camino de la sencillez del patrocinio del arte a partir de la segunda mitad del siglo XVII, en cambio esta fue una actitud que se repitió en la elite de Ámsterdam durante todo el siglo.